3 estrategias para desarrollar empatía

Uno de los temas que me pidieron a través de mi cuenta de Instagram (@dratainaridavila) lo fue la empatía. Cada vez que escucho esa palabra recuerdo mi formación como psicóloga. Fue ahí cuando comencé a escuchar esa palabra con más frecuencia. Empatía no es otra cosa que esa capacidad de ponernos en los zapatos de otro. Es algo que tengo que hacer a diario en mi oficina. Esa cualidad me ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva más allá de mis vivencias. Esa es la definición que yo me aprendí. Hablo de empatía y recuerdo esa frase. Mi mamá siempre me decía que me aprendiera las cosas en mis propias palabras para recordarlo con más facilidad. No obstante, existen definiciones más completas. Una de ellas la encontré por internet en el sitio significados.com. Definen la empatía como la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo. Ya entienden porqué la empatía es parte de mi diario vivir.

Hacerme consciente de lo que significa la empatía me ha ayudado a ver que cada día es menos frecuente verla. El individualismo ha hecho que no veamos más allá de nuestras necesidades. Entonces pienso que es algo que deberíamos comenzar a practicar más. En Puerto Rico, luego del paso del Huracán María el pasado año, la gente comenzó a ser más empática y eso me dio mucha alegría.

Pero, ¿cómo podemos desarrollarla?

1. Aprende a escuchar– esto es demasiado importante. La gente está lista para contestar sin escuchar lo que se le dice. Ustedes no saben la cantidad de veces que yo estoy hablando por teléfono y la otra persona comienza a preguntar si estoy en la línea. Simplemente estoy escuchando y cuando uno escucha mantiene silencio. Permita que la otra persona hable de sus emociones y simplemente escuche. Muchas veces estamos pensando en la respuesta correcta y escuchar también es una respuesta.
2. Muestra interés en lo que está diciendo– si mientras escuchas miras a otro lado, se te ve la mirada perdida, muestras un no verbal incómodo, la persona no se sentirá escuchada y tú no estarás siendo empático. Trata a los demás como te gustaría que te trataran.
3. Valida los sentimientos– imagina que le estás contando algo a tu mejor amigo. Algo muy fuerte que te pasó y que te duele o te preocupa. Tu mejor amigo te responde “olvídate de eso”, “por eso tú estás así”, “en serio”. Todas son respuestas que invalidan los sentimientos de la persona. Cambia esas frases por “entiendo como te sientes”, “parece que eso te está afectando”, “puedo hacer algo para que te sientas mejor”.

Finalmente muestra tu apoyo sin querer que la persona haga lo que tú digas. Recuerda que estamos practicando el ponernos en los zapatos de otros, una cualidad muy valiosa. Practícalo en tu día a día.

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