Repite después de mí, NO. ¿Por qué se nos hace tan difícil decir que NO? Nos puede gustar agradar a las personas, ayudar, ser solidarios, pero porque tenemos que decir que sí cuando realmente queremos decir que no.
¿Porqué es esto importante? Imagina que tu compañero de trabajo te pide ayuda con la asignación de su hijo, tu esposa te pide salir a cenar, tu mamá te pide que la ayudes a organizar su casa y tú tenías otros planes, todos a la misma hora. Creo que hay que saber decir que no. Decir que no te ayudará a tener mayor control de tu vida y ponerle límites a las personas.
Si eres uno de los que no sabes decir que NO o conoces a alguien que le pasa esto, aquí te dejo unas recomendaciones.
- Evalúa en qué circunstancias te cuesta decir no. Quizás te ocurre con algún familiar en particular, con tus hijos, en el trabajo o quizás te ocurre siempre. Comienza reflexionando sobre eso.
- Enumera las razones por las cuales quieres o debes decir no.
- Practícalo. Bien dicen que “la práctica hace al maestro”. Comienza por situaciones sencillas como cuando te ofrecen algo que no quieres comer. Simplemente responde no, sin explicaciones. Dar explicaciones se puede convertir en otro problema con el paso del tiempo. Incluso puedes practicarlo con vendedores. No, gracias. No lo quiero. No lo necesito.
- Diga que NO de forma amable. Decir que no, no implica ser grosero. Mucha gente me dice “es que yo soy sincero” y para mí la sinceridad no tiene que llevar un tono desagradable. Diga que no de forma agradable, asertiva, pero convincente.
- ¡No sientas culpa! Si ya evaluaste las alternativas y no quieres o no puedes decir sí, no sientas culpa. ¿En qué ayuda la culpa? En nada.
- También se vale decir ‘tengo que pensarlo’. No somos unas máquinas de respuestas. Si usted no sabe si puede cumplir, piénselo. A mí no me gusta quedar mal con las personas y si realmente no puedo, lo pienso y luego decido.
- ¿Y si le digo que no y no lo entiende? Hay personas que simplemente no toman un no como respuesta y pueden hacerte sentir obligado a hacerlo, a pesar de haber dicho que no. Lo importante es mantenerte firme. Así enviamos un mensaje de que NO es NO.
- ¿Y si cambio de opinión? Claro que podemos cambiar de opinión. En ese caso regresamos y explicamos que cambiamos de opinión y esta vez podemos o realizamos arreglos para poder cumplir con todos los compromisos. Pero cuidado con sentirte obligado a cambiar de opinión.
- No te olvides del sí. Aprender a decir que no, no significa que descartamos el sí. Hay ocasiones en las que el sí es necesario y hay otras que no.
Recuerda que esto es algo que debes practicar. Piensa bien antes de contestar y si es No, es No.
También te puede interesar: ¿Es importante la salud mental? y Me encanta viajar pero no me gustan los aviones.
***No te vayas sin suscribirte.
©Todos los derechos reservados. Tainari Dávila, 2018.