Hace mucho tiempo que no escribía para mi blog. Creo que nos ha pasado a todos/as que posponemos y posponemos, pero aquí estoy. Ayer, una chica me animó a regresar y aquí vamos nuevamente. No sabía de qué hablarles y pensé contarles un poco cómo he pasado la cuarentena y quizás a la vez les ayuda. En Puerto Rico la cuarentena comenzó el 16 de marzo y desde entonces he estado trabajando desde mi casa. No sé si les ha pasado, pero se siente como si fuese una película, pero esta vez somos los protagonistas. Antes de la cuarentena mi vida era bastante activa. Tengo dos trabajos y siempre estoy haciendo algo. He tratado de mantener esa misma rutina desde mi casa. A mí me ha funcionado mantenerme ocupada y productiva porque en gran medida es bastante similar a lo que hacía antes. Les digo que a mí me ha funcionado porque no necesariamente a todo el mundo le va a funcionar lo mismo. Recuerda que esto no es una competencia de productividad. Como todo en la vida, hay días buenos, regulares y otros no tan buenos. Es como una montaña rusa, dirían mis pacientes. Pero en realidad no me puedo quejar. He tenido lo necesario para vivir. Aunque no puedo negar que me he sentido preocupada por lo que pasa en mi país y en el mundo entero con el COVID-19. Me preocupa el desempleo, el hambre, el abuso, la soledad y las repercusiones en la salud mental de las personas. Desde el día uno me ocupé de mi preocupación por la salud mental y estabilidad de mis pacientes y trabajé arduamente para poder darle continuidad a sus tratamientos a través de la tele-psicología. Ese es otro tema del cual les puedo hablar más adelante, si les interesa. Definitivamente no ha sido fácil, pero me he llevado también muchas satisfacciones a nivel laboral. Espero que ustedes también hayan podido sobrellevar la situación.
Si piensas que tú o alguien que conoces necesita ayuda, búscala. ¡Qué tu salud mental sea una prioridad!
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