Lo que piensas es demasiado importante. Imagina que tu cabeza es un libro ¿el contenido de ese libro es o no es importante? Claro que lo es. Todos los seres humanos somos distintos y enfrentamos las situaciones de forma distinta. Si algo me han enseñado mis pacientes es que quien enfrenta un problema con una actitud positiva lo maneja mucho mejor. Ahora bien, no confundan positivismo con estar fuera de la realidad. No estoy hablando de eso. Necesitamos tener siempre los pies en la tierra.
Pongamos un ejemplo. Imagina que vas a una entrevista de trabajo. Puedes salir de ahí de dos formas: 1. Creyendo que hiciste lo peor y que no te van a coger o 2. Evaluando asertivamente tu trabajo y pensando positivo sin hacerte ilusiones.¿Cuál actitud va a hacer mejor tu tiempo de espera por la respuesta? Espero que estés de acuerdo conmigo en que es la segunda.
Una actitud positiva te ayuda a llevar mejor tu diario vivir. Muchas veces mis pacientes me dicen “es que no puedo pensar positivo” y eso obviamente es un pensamiento negativo, pero entonces les recomiendo pensar neutral. Ni negativo ni positivo, neutral. No va a pasar lo peor, pero tampoco lo mejor, porque aún no sé que va a pasar.
Reflexiona acerca de la actitud con la que levantas, con la que enfrentas tus retos, con la que enfrentas enfermedades y comienza a cambiarla. Todos conocemos a alguien tan y tan negativo que nos contagia. Contagiemos nosotros con actitud positiva.
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