Esos amigos que se convierten en familia

¿Cuántos de ustedes tienen amigos que consideran parte de su familia? Seguramente muchos y me incluyo. Para mí los amigos son esa familia que elegimos porque nuestra verdadera familia no la podemos escoger. Mis padres son mis padres y yo no tuve la opoortunidad de seleccionarlos. Simplemente nací y automáticamente ya tenía una familia, un pasado, un legado que quizás tenía que continuar. Mientras creces vas conociendo personas con las que compartes más que con tu propia familia y eso los hace importantes.

Existen diferentes tipos de amigos. Aquellos lejanos, los que la vida fue distanciando poco a poco y los que no importa lo que pase son parte de tu vida. Somos seres sociales y por más que queramos tenemos que compartir con otras personas. Yo puedo decir que soy afortunada y que tengo grandes amigos, pero si algo he aprendido con el tiempo es que la cantidad no importa. Lo realmente esencial es la calidad de esos amigos. Esos que cuando estás en aprietos, aparecen sin pedirlo. Esos que quieren celebrar tus logros contigo. Esos que se alegran por tu mera presencia.

Quise dedicarle una entrada a mi blog a los amigos porque es sumamente importante valorarlos. Esta semana perdí una buena amiga. Mientras estaba en el hospital se asomaba la enfermera y llamaba a los “familiares cercanos de Fulana”. No saben lo que se siente tener que quedarse afuera cuando tú sientes que eres un familiar cercano. Por eso quiero decirle a todos mis amigos que son mi familia y que los quiero y los valoro como tal. Valora tú también a los tuyos. Busca a tu amigo/a y valoren el tiempo juntos. Nunca se sabe cuando sea la última vez.

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