Me pidió el divorcio ¿y ahora qué?

Sin duda alguna el divorcio es un proceso doloroso. No importa cuáles sean las razones se trata de una pérdida. Regularmente las personas se casan con la ilusión de construir una vida y una familia juntos. Esa ilusión se ve trastocada por el divorcio. Este proceso va a tener un impacto en el estilo de vida, la rutina, las emociones y en prácticamente todas las áreas. Es común que sienta tristeza, ansiedad, culpa, miedo a estar solo y hasta miedo “al que dirán”. Lo principal es reconocer que todos somos diferentes y no comparar nuestro proceso con el de nadie. Quizás usted no quería divorciarse y se compara con su vecina que estaba deseosa por hacerlo.

Mucha gente piensa que el final del proceso es cuando se oficializa en el tribunal y en mi opinión no es así. Hay personas que pudieron haber cerrado a nivel emocional mucho antes del día de la vista y otros que mucho tiempo después de ese día, aún siguen con dolor ante la pérdida. Eso depende de cada caso. Es importante entender que el proceso legal es uno diferente al emocional, aunque el trámite legal puede exacerbar los síntomas. Por ejemplo, quizás se siente bien pero durante el proceso legal al dividir los bienes comienza a sentirse traicionada(o) y a su vez ansioso(a), triste, etc.

La comunicación es la clave en este proceso. Yo sé que si están terminando es porque algo falló o incluso no se llevan bien, pero tienen que comunicarse. Si tienen hijos en común la parte de la comunicación es aún más importante. En mi oficina yo atiendo muchísimos(as) niños(as) de padres divorciados y en la mayoría de los casos hay un problema severo de comunicación entre los padres. En ocasiones he estado reunida con ambos padres y no se hablan ni se miran. Hay que entender que por el bien de sus hijos tienen que llegar a unos acuerdos. Créanme que los únicos perjudicados serán los nenes. El rol de esposos es diferente al rol de padres. Otro dato importantísimo es que NUNCA utilice a sus hijos para obtener información de su pareja. ¡NUNCA! Los(as) niños(as) saben más de lo que usted piensa. Me ha pasado que un(a) niño(a) me dice “papi y mami se pasan peleando porque papá hizo…o mamá hizo…” y los padres me aseguran que ellos pelean en privado y sus hijos(as) no se enteran. Trabajen en la comunicación y considere la terapia. Hay parejas que van a terapia de parejas para mejorar la comunicación ante un divorcio.

Finalmente lo más recomendable es pasar por un proceso de aceptación, tratar de entender lo que estamos enfrentando, no aferrarnos a nada de la relación, fortalecer nuestra autoestima, dedicarse tiempo a uno mismo y transformar este momento en uno de aprendizaje y autoconocimiento. ¡Conoce nuevas personas! ¡Dedícate tiempo! Y por favor, no recurras a las redes sociales para desahogarte. Si la tristeza, ansiedad, culpa y otros síntomas continúan debes considerar buscar ayuda profesional.

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