Música = Café

Me imagino que la mayoría de la gente estará pensando: ¿eso no es cierto? Quizás para usted el café no es igual a la música, pero para mí sí y se los voy a explicar. Yo no tomo café. Leyó bien. No tomo. Nunca me ha hecho falta. Ni siquiera cuando estudiaba. La gente realmente se sorprende. Me preguntan cómo podía mantenerme despierta cuando estudiaba. Para mí eso nunca fue un “issue”. Yo no necesitaba café, necesitaba organizarme para que el tiempo me rindiera. Y así mismo siempre lo hice. Nunca, nunca, nunca dejaba los trabajos para última hora así que nunca necesité café.

¿Y qué hago cuando me levanto con sueño?

Aquí es que viene la ecuación de Música = Café. Todos hemos tenido alguna vez días en los que no nos levantamos con el mejor de los ánimos y es ahí cuando pongo música. La música para mí tiene el mismo efecto del café.

¿Por qué les hablo de esto?

Yo NO estoy criticando al que toma café. ¡Para nada! Estoy rodeada de cafeteros. Pero quisiera que el que por alguna razón NO quiere tomarlo, busque alternativas. La realidad es que el café se puede volver adictivo. Entonces si usted no quiere tomarlo, no lo haga. No lo haga por necesidad. No lo haga por presión. Explore alternativas.

Cuéntame si tienes otra alternativa al café.

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